¿Cómo es tu equilibrio y estabilidad? Observa tus pies

SI NUESTROS PIES HABLARAN…

¿Te has parado alguna vez a sentir tus pies?

¿Has notado/sentido cómo se apoyan en el suelo?¿Y cómo es tu equilibrio y estabilidad?

Por Eva Conde Profesional de Educación Postural Educadora Corporal en Microgimnasia en Qüestions Vitals

Nuestros pies nos sostienen, son la base de nuestra postura.

Su correcto apoyo y alineación permiten que tengamos mejor equilibrio y estabilidad. Pero, ¿nos damos cuenta de cómo es ese apoyo?

Puedes en este mismo momento, comprobarlo: descálzate y colócate de pie, con los pies paralelos a la anchura de tus caderas, y en esta posición, siente: ¿cómo es el apoyo de  tus pies? ¿dónde dejas el peso, hacia delante o hacia atrás? ¿apoya igual el pie derecho que el izquierdo? ¿te sientes con equilibrio y estabilidad en esta posición?

Mantén esta observación durante algunos minutos y toma conciencia de todo ello, tranquilamente y sin juicios.

 

Los pies son muy importantes para todo el cuerpo, ya que son fundamentales para el control del equilibrio corporal y la postura.

Con el tiempo y con nuestros malos hábitos y malas posturas, se van deteriorando y deformando, pudiendo provocar daños, y causando dolor y molestias en los mismos. Y ésto, influye en nuestra postura, ya que estos daños y molestias, pueden provocar desequilibrios y falta de estabilidad al caminar y al estar de pie, y aparecerán compensaciones posturales para evitar sentir los dolores y molestias y para compensar la falta de un correcto apoyo en el suelo.

E igual pasa al revés, los acortamientos musculares, las rigideces y compensaciones en el resto del cuerpo, sobretodo en la cadena muscular posterior, provoca presiones inadecuadas en nuestros pies, provocando con ello, una alteración en su apoyo, en su estructura y deformándolos en menor o mayor medida.

 

Nuestro cuerpo, nuestros los músculos y fascias, se comunican los  unos con los  otros a  través de las cadenas musculares y miofasciales. La cadena muscular posterior es la más importante, y es la que presenta mayor tensión, acortamiento y rigidez.

Por este motivo, el dolor y molestia que surja en una zona del cuerpo, fácilmente puede provocar problemas en otra zona.

Y con los pies sucede lo mismo, el origen del dolor de éstos en su mayoría radica en las piernas y en toda la tensión acumulada en la parte posterior de nuestro cuerpo.

Es por eso, que es preciso cuidar nuestros pies, que muchas veces son los grandes olvidados de nuestro cuerpo. Es necesario, además de tocarlos y masajearlos, movilizarlos y flexibilizarlos, en su totalidad, tanto la planta como los dedos, empeine, etc.

Desde nuestro punto de vista, además, apostamos por realizar este trabajo, dentro de una metodología de trabajo corporal global, donde se realicen posturas de estiramiento muy precisas y estudiadas, que intentan mantener la simetría corporal y evitar las compensaciones que el cuerpo efectúa para protegerse del dolor o por ser incapaz de estirar un determinado músculo, dando importancia también a la respiración, sobretodo al sacar el aire, que es cuando podemos soltar la musculatura.

 

Siguiendo con la atención en  nuestros  pies, además  de lo comentado  hasta ahora, también  es importante tener en cuenta que el calzado y los calcetines influyen en la  forma  y  estructura de nuestros pies y afectan también, a la manera de caminar y estar de pie.

Es recomendable utilizar un calzado que respete la forma natural de nuestros pies y evitar el uso de tacones. Igualmente, hay que evitar el uso de calcetines que aprieten.

Personalmente recomiendo utilizar calcetines de dedos, que hacen que se separen los dedos entre si, y con ello, ayudan a tomar conciencia de los mismos, y mejorar su movimiento y flexibilidad.

En nuestras sesiones proponemos movimientos, estiramientos y posiciones que ayudan a tomar conciencia de nuestros apoyos, de nuestros  pies, de la musculatura y estructura  ósea  de los mismos y a cómo con sólo movilizarlos, destensarlos y flexibilizarlos, el cuerpo, su posición y percepción, cambia y se adapta al nuevo apoyo.

Para que puedas experimentarlo, te propongo dos propuestas para que puedas movilizar y flexibilizar tus pies.

¿Te animas? Vamos a ello…

 

Antes de realizar estas propuestas, recuerda y ten en cuenta tu estado de salud en general, y ante cualquier tipo de duda, consulta con tu médico y/o especialista de la salud (fisioterapetua/osteópata).

 

Propuesta 1. Movilizando los dedos de tus pies

Los músculos de los dedos de tus pies también necesitan moverse, pues tienen una importante función, ya que por ejemplo, el dedo “gordo” del pie y su correcta alineación, mejora el equilibrio e incrementa la flexibilidad del pie.

 

Esta propuesta se realiza en postura sentado. Puedes sentarte en el suelo con las piernas estiradas, o bien, en un taburete. En ambas opciones, las nalgas deben estar igualmente apoyadas.

Deposita el pie derecho encima de la pierna/ muslo izquierdo, y mantén el pie lo  más en  el eje de la pierna posible. De manera muy  lenta, introduce los dedos de  la mano izquierda  entre los dedos del pie derecho. Ten cuidado de pasar un dedo  de la mano entre  cada dedo  del pie, de no coger dos dedos del pie juntos. Poco a poco, empuja suavemente hasta introducir los dedos de la manos hasta el nacimiento de los dedos del pie.

Tómate el tiempo que sea necesario y ayúdate de la respiración para ello.

A partir de aquí, puedes realizar dos movimientos (no a la vez, uno después del otro):

  • Delante- detrás.
  • Separar con suavidad los dedos del pie y los dedos de la

Una vez realizados, sacar lentamente la mano de entre los dedos y dejar el pie derecho en el suelo. Ponte de pie y compara los pies colocados uno al lado del otro. También puedes probar de caminar. Ábrete a las sensaciones que puedas experimentar.

Después puedes realizar la misma propuesta para el pie izquierdo.

 

    

 

 

(fotos de www.efeestilo.com)

Propuesta 2. Destensando la fascia plantar

Esta propuesta te ayudará en la elongación de la fascia plantar, mejorando molestias en la misma y al mismo tiempo, contribuirá en la mejora del apoyo de tus pies, y por consiguiente, en tu postura en general.

Para esta propuesta se necesita una pelota de tenis o similar.

 

Colócate de pie, respetando tu alineación postural. Antes de empezar, siente de nuevo, el apoyo de los pies en el suelo, y el equilibrio y estabilidad de todo tu cuerpo.

Pon la pelota debajo del pie derecho y muy suavemente, haz rodar la pelota por toda la planta del pie a la vez que realizas una ligera presión: por la parte de abajo de los dedos, la parte delantera, el centro del pie, hacia el talón, borde interno y externo,…

Es importante que no dejes todo el peso de tu cuerpo en la pierna izquierda, y mantén la rodilla de la misma, aflojada.

Es probable que en ciertas zonas aparezca dolor o molestias. No pases la pelota de manera brusca, puedes empezar masajeando las zonas de alrededor y volver poco a poco y con suavidad cuando el pie lo permita. Recuerda la importancia de  la respiración y aprovecha  para aflojar la musculatura del pie, cuando saques el aire.

Pasados unos minutos, deja la pelota y apoya de nuevo el pie en el suelo.

Observa y siente cómo son ahora los apoyos de tus pies. También puedes caminar para sentir tu cuerpo después del trabajo realizado.

Realiza la misma propuesta con el otro pie.

Para obtener el máximo beneficio al realizar estas dos propuestas, debes realizar los movimientos de una manera lenta, suave y progresiva, dando importancia a la respiración, y sobretodo al momento de sacar el aire, que es cuando la musculatura y  tu cuerpo puede  aflojar y liberar sus tensiones.

En cada una de las propuestas, trata de percibir de qué manera están conectados los pies con el resto del cuerpo y en cómo estás realizando los movimientos propuestos. Deja de pensar y pasa a sentir.

Así también practicarás la toma de conciencia corporal, y dejarás de realizar un mero movimiento de manera automática.

Te animo a realizar estas dos propuestas varias veces a la semana, y si puedes diariamente, después de tu jornada. Verás los cambios que tus pies y tu cuerpo, van experimentando.

Y si te apetece, estaremos encantados de que nos cuentes tu experiencia.

Por Eva Conde Profesional de Educación Postural Educadora Corporal en Microgimnasia en Qüestions Vitals