El desconfinamiento
por Ágata Garcia, imparte el Nivel I de Macrobiótica en Qüestions Vitals. Es Lic. en psicólogía y consultora en alimentación holística y nutrición vegana. También realiza terapias energéticas como Moon Mother y Maestra de Reiki Lunar.
Hace poco, en uno de los encuentros de Zoom que frecuento semanalmente, se abría la pregunta ¿Cómo te sientes con la noticia del desconfinamiento? Pregunta poderosa, que cada quien responderá desde su experiencia muy personal.
Estamos atravesando tiempos extraños y difíciles como humanidad, se nos están moviendo las bases, la seguridad, las cosas que dábamos por sentado de repente no parecen tan sólidas. La crisis del covid-19 nos ha afectado a todes, no me cabe la menor duda de que a todes nos ha sacudido el suelo de una u otra manera.
El Covid-19 ha demostrado que somos una especie resiliente, que somos capaces de adaptarnos frente a la crisis, algunas personas lo harán más fácilmente que otras, tendremos más o menos herramientas, o puede que necesitemos pedir ayuda externa profesional, puede que hayamos pasado por momentos de crisis y oscuridad, pero aquí seguimos en pie.

Nos hemos adaptado al confinamiento, cada une a como ha podido. Ya sea haciendo mil zooms y clases a la semana, volcándose al trabajo, empezando nuevas rutinas o aprendiendo algo nuevo, leyendo o durmiendo como una marmota y viendo Netflix. Pero cada uno a nuestra manera, nos hemos adaptado.
También, este virus ha demostrando que somos una especie capaz de mostrar compasión por los más vulnerables. Cuidar a los demás sacrificando el no salir de casa, el no ver a nuestras personas más queridas, es una gran muestra de amor y compasión. Muchas propuestas de apoyo y redes se han tejido en las comunidades, somos capaces de ser una especie solidaria. Somos capaces de tejer en red y colaborar, aunque hasta ahora los sistemas se hayan construido con base en el individualismo y la competencia.
Si, es verdad que no todo ha sido un camino de rosas, también hemos podido ver la otra cara de la moneda durante el periodo del confinamiento. Puede que nos haya ganado el miedo en ocasiones, y que acabáramos con todos los rollos de papel higiénico del supermercado, o que tuviéramos ataques de ansiedad, o que nos hundiéramos en la depresión y nuestra sombra, o que tuviéramos ataques de pánico… o… o… Sentir miedo y experimentar miedo ante una situación desconocida es natural, y sobre todo si los medios de comunicación, las redes sociales y los grupos de whatsapp nos saturan con informaciones contradictorias, alarmistas o confusas… No hay una manera correcta o incorrecta de vivir una pandemia mundial, y cada une lo hemos gestionado como hemos podido.
Por lo tanto el Covid-19 nos ha demostrado también la polaridad, hemos podido ver con lentes de aumento muchos de los colores de la humanidad, en su luz y en su sombra. Y también nuestra propia luz y sombra. Porque este es el regalo que traen las crisis y las situaciones extremas, nos llevan al límite para que podamos observarnos y crecer.
El confinamiento nos ha traído muchos aprendizajes que seguiremos integrando con el paso de los meses, si así lo decidimos. Pero ahora nos enfrentamos a un nuevo cambio, el desconfinamiento. Puede parecer que no tendría que ser para nada difícil o complicado simplemente volver a retomar las rutinas que teníamos antes del Covid-19, o como algunas personas dicen “volver a la normalidad”. Pero aparte de que es un proceso paulatino, es también uno muy complejo, y que a todes nos afectará de distinta manera. Así que te invito a que te hagas la pregunta, si es que aún no te la has hecho ¿Cómo te sientes con la noticia del desconfinamiento?
Dependiendo de cuál haya sido tu experiencia con el confinamiento puede que estés con muchas ganas de compartir con otras personas, de poder ir a la playa con tu familia o amistades. Que la noticia del desconfinamiento te alegre y te entren unas ganas locas de volver a retomar clases presenciales, trabajo, quedadas y salidas, calçotadas, etc… Todo bien. Pero también puede ser que, tal vez necesites más tiempo para estar contigo, un poco más de tiempo antes de poner tu energía hacia afuera, que te de miedo volver a retomar rutinas o que incluso no desees volver a “la normalidad” pero no sepas todavía qué es lo que sí quieres.
Así que tómate tu tiempo para sentir lo que necesitas, y cómo necesitas y quieres vivir este proceso. ¿Qué te puede ayudar a hacerlo de forma más orgánica y respetando tus necesidades? Recuerda que no hay una manera correcta de hacerlo, trata de encontrar dentro de tu contexto y tus posibilidades la manera que se sienta bien para ti.
Tal vez esta es una muy buena oportunidad para empezar a identificar de qué manera deseas y necesitas compartir tu energía con las demás personas, y cómo puedes hacerlo sin perderte o fundirte en la experiencia del exterior y del compartir. Te deseo un desconfinamiento muy consciente y lleno de amor propio.
por Ágata Garcia, imparte el Nivel I de Macrobiótica en Qüestions Vitals. Es Lic. en psicólogía y consultora en alimentación holística y nutrición vegana. También realiza terapias energéticas como Moon Mother y Maestra de Reiki Lunar.