Fortalece y controla el suelo pélvico con el huevo Yoni

Huevo vaginal de cuarzo verde

Por Feli Gómez, maestra de Reiki, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y gimnasia abdominal hipopresiva.

En el post de hoy os vamos a dar todos los detalles que necesitáis saber sobre los huevos de cuarzo »YONI» para el suelo pélvico. Recordar que es importante mantenerlo fortalecido para garantizar el buen funcionamiento de los órganos pélvicos.

BENEFICIOS:

Mejora la circulación sanguínea y chi en toda la zona urogenital, actuando como fortalecedor ante hongos, infecciones urinarias, etc.

Aumenta la sensibilidad y fuerza en la zona vaginal, aumentando el placer y energía sexual y creativa, al igual que el aumento de tu sensibilidad y la de tu pareja.

HIGIENE:

Su limpieza es sencilla. La primera vez, sumergir el mineral en agua de mar unos diez minutos y enjuagar debajo del grifo con agua templada. La sal estropea el mineral si se abusa. El resto de los usos con agua caliente, o sumergirlo en agua y vinagre un minutito de vez en cuando, porque también le afecta si se abusa. Puedes ponerlo al sol, a la luz de la luna, etc. La vagina no es estéril y solo lo usarás tú.

Vacía la vejiga y lávate las manos antes de su uso. Previamente pasa un hilo dental para poder extraerlo. Cámbialo con cada uso.

EJERCICIO:

Haz varias respiratorias conscientes, visualizando que la zona se lubrica para acoger al cuarzo en tu vagina. Si hay problemas de lubricación, puedes usar un gel lubricante hidrosoluble (sin base grasa ni de petróleo). Busca la posición más cómoda para ti. Si de entrada tienes la sensación de que se va a caer pon tu mano en la entrada de la vagina y si se sale ponte ropa interior.

Cuanto más baje más lo notarás. Si  no llega a salir del vestíbulo de la vagina, primero intenta solamente sostener el huevo. Si te resulta fácil, intenta llevarlo hacia el interior de tu vagina con las contracciones aprendidas en el taller. Intenta sentir si al soltar la contracción muscular el huevo baja. Si es así, súbelo y bájalo varias veces.

Enraízate, desde tus pies hacia la tierra, bajando la energía por tus piernas, y llevándola más allá del material que haya bajo ellos. Respira.

Contacta con la energía de tu ombligo o del centro  de  tu corazón y respirando conscientemente, retira el huevo de cuarzo, lávalo enseguida y guárdalo en un sitio especial, en alguna bolsita por ejemplo, para que esté limpio y preparado para la próxima vez.

FRECUENCIA:

Puedes usarlo a diario si te apetece, de día o de noche. Ritualízalo e incorpóralo en tu vida..

Si tienes problemas para sostener el huevo, haz el ejercicio al menos una vez al día. Si te apetece puedes dejarte el huevo después de la práctica, incluso todo el día e ir haciendo la práctica  de las contracciones con el huevo dentro. El uso es diferente al de las bolas chinas.

Si tienes el suelo pélvico débil, existe riesgo de agotamiento. Intentar hacer los ejercicios  más a menudo y menos tiempo.

De todas formas, al margen del tono que se tenga, con tres contracciones por vez es más que suficiente. Eso sí, muchas veces al día (con o sin huevo).

Una cosa importante a tener en cuenta, no te olvides de él cuando vayas al baño por si se te cae.

Si te sientes deprimida, usa el huevo por la noche, para poder retirarlo por la mañana junto con tu depresión. 

CONTRAINDICACIONES:

Mejor no usarlo en situaciones como:

  • Menstruación
  • Infección
  • Inflamación
  • Cualquier problema en la zona urogenital
  • Postparto: hasta que la zona este curada, sin heridas y puedas retomar la relaciones sexuales

Una propuesta de ritual puede ser limpiar el huevo de cuarzo con el humo de incienso de salvia o enebro. Ponerlo delante de tu corazón y con tus palabras, concederle el poder de que se lleve todo lo que quieras dejar ir. Tus deseos serán órdenes para él. Puedes aprovechar para meditar.

Si te es posible, tras la meditación, sal a la naturaleza a un lugar previamente escogido. Cava un agujero en la tierra, siéntate encima y “da a luz” al huevo junto a todo lo que te quieres desprender. Entierra el huevo y déjalo al menos 24h en la tierra antes de desenterrarlo. Vuelve a limpiarlo. Simbólicamente has dado a luz a un nuevo Yo. Celebra el acontecimiento haciéndote un regalo. Te permitirá recordar siempre ese día. Espero te sea grata la experiencia. Es exclusiva tuya. ¡Disfrútala!

Por Feli Gómez, maestra de Reiki, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y gimnasia abdominal hipopresiva.