PNL PARA PAREJAS

Conoce 7 importantes tips de comunicación eficaz

Por Eulalia Sánchez Cánovas profesora didacta de la AEPNL en Qüestions Vitals.

Quizá hacía mucho tiempo que no pasabas con tu pareja las 24 horas del día durante más de un mes. En el confinamiento que hemos vivido este año, es probable, que la vida te haya dado la oportunidad de convivir todo el día con tu pareja. Tu relación de pareja habla más de ti que de él/ella. Te animo a que restablezcas esa parte de ti que afecta a tu relación.

Para ayudarte en este propósito, te propongo utilizar la Programación Neurolingüística o PNL. Te voy a proporcionar alguna de sus técnicas. Solo tienes que seguir leyendo y seguir los pasos que se detallan a continuación.

En primer lugar te invito a que vayas a un momento de tu vida en el que estabas en la orilla de un río o estanque, y desde allí tú, o alguien próximo a ti, lanzaba un guijarro al agua. El agua estaba en calma antes de que la piedra con sus hondas modificara todo su alrededor y se produjera movimiento. Ese mismo guijarro cuando llegó a la profundidad hizo mover la tierra, las plantas, los seres vivos, es decir todo lo que tocaba con su propio movimiento y vibración (puedes cerrar  tus ojos si lo deseas  para visualizar la escena).

Eso mismo es lo que ocurre cuando una palabra o un acontecimiento se desliza en ti. Produce, con sus asociaciones, hondas que destierran memorias antiguas, no llevadas a la conciencia y que afectan directamente a  tus emociones como si de un Tsunami se tratara.

¿Quién suele “lanzar el guijarro” en tus aguas calmadas, afectando a tus emociones? Evidentemente la persona con la que convives, en este caso hablaríamos de  tu pareja (aunque podría tratarse de otra relación). Y no se trata en absoluto de un acto voluntario por parte de él o ella, sino que tú lo percibes de esta manera. Tu pareja te da la oportunidad de experimentar, de entrar en un magnífico laboratorio. Un laboratorio en el que se producirá la “Alquimia” que necesitas, si eres suficientemente constante y te atreves a descubrir que te está mostrando, que proyectas en tu compañero/a.

La tolerancia que en ocasiones dices tener con él o ella, es la tolerancia y confianza que necesitas tener contigo para limpiar ese poso que el guijarro con sus hondas y asociaciones ha movido.

Seguidamente voy a referirme a tres grandes problemas existenciales. Puede que te identifiques con uno de ellos o más de uno. Intenta ver, escuchar o sentir si aparece alguno de ellos cuando piensas en tu relación. Quédate con la “esa” sensación que se presenta en ti. 

  1. El abandono – el dolor del vacío
  2. La seguridad – el dolor de sentirte débil
  3. La identidad – el dolor de no ser visto

Y ahora me gustaría, siempre y cuando estés dispuesto/a a indagar dentro de ti, que salgas de escena y observes tu relación con tu pareja como si se tratara de un “Gran hermano”. Una vez lo estés observando, contesta de manera rápida (lo primero que te venga a la mente) a las preguntas siguientes:

– ¿Qué papel estás representando con tu pareja?

–  ¿Qué juicios que tienen que ver contigo estás proyectando en el otro?

– ¿Qué heridas te despiertan  algunas acciones o comentarios de tu pareja?

– ¿Qué puedes hacer “tú” para generar una relación que te guste más?

La clave está en entrar en ti, en conectar con lo que sientes, con lo que está pasando ahora, dejando de hablar del otro. El otro te está brindando la oportunidad que por ti mismo/a no verías.  

Tu pareja está ahí para ayudarte a avanzar en tu camino de vida. Si le otorgas quejas, juicios o culpas recuerda que tu compañero es mucho más que eso, es un foco que conduce directamente a iluminar tu camino a través de tu propio autoconocimiento.

Antes de acabar me gustaría darte unas pautas de comunicación eficaz. Ten presente que tu pareja no tiene una bola de cristal y es importante que sepa lo que te gusta y lo que te molesta para tenerlo en cuenta (incluye la parte más íntima que quieras compartir).  Lo primordial es no culpar nunca y hablar desde el “Yo”, desde tu sentir. Nunca utilizando el “Tú” directamente.

  • Habla con tu pareja y dile las palabras o acciones que te molestan, esas que llevas en tu mochila y que solo tú puedes saber. Normalmente están asociadas a vivencias anteriores desagradables.  Por ejemplo, en mi caso, cuando mi pareja me decía “Tranquila”, yo me “subía por las paredes”. Convida a tu compañero a que haga lo mismo.
  • Juega con él o ella a cuestionar las creencias que tenéis. En la mayoría de los casos veréis que no os pertenecen. Ejemplo: “el hombre ayuda en casa”, “el hombre es el que trae más dinero a casa”,” la mujer es la que cocina”, etc. Es increíble la cantidad de creencias que aparecen. Recuerda que una creencia no es una idea que tú tienes, es una idea que te tiene a ti” 
  • Háblale de tu espacio vital, el que necesitas y anímale a que te diga lo que necesita él o ella. Aprender a aceptar el espacio y el ritmo que necesita el otro es fundamental. Suele pasar más en los hombres (es una estadística) que se evaden cuando se sienten presionados, suelen cerrarse más. Al igual que en las mujeres es más frecuente (también estadística) suponer o “alucinar” historias sin evidencias concretas.
  • Si solo necesitas compartir lo que piensas, o bien necesitas un abrazo, adelante, comunícaselo. Dile también que en este momento no necesitas soluciones, necesitas que él o ella transite este momento contigo.
  • Descubre cómo aparece tu “ego” y en qué momentos. Te dará una información muy válida de tu “máscara”. Aquella que utilizas para protegerte, defenderte o simplemente ganar una batalla. De la misma manera aprende a conocer cuándo actúa el ego de tu pareja.
  • Aprende de tu pasado y compártelo con tu pareja. Os propongo encontrar las diferencias y similitudes.  Por ejemplo: si una persona es hijo/a único/a quizá necesite encontrar una persona con varios hermanos y a la inversa. Observar que las necesidades en este caso son totalmente opuestas. No olvidar que esta búsqueda se hace en un plano  inconsciente.
  • Elige dentro de estas tres opciones: Vivir enfadado/a o frustrado, buscar otra pareja, o bien ver como consigues tu mejor versión de ti con la persona que quieres, encontrando una salida creativa donde los dos os podáis sentir satisfechos en esa relación.

Y ahora permíteme que te convide a realizar un “puente al futuro”. Te sugiero que te pongas en el lugar de la persona que serás dentro de un tiempo (el que tú elijas). Da un paso adelante y ya estás ahí, viviendo ese futuro, vives dentro de ti en ese futuro, sientes lo que sientes, ves lo que ves y oyes lo que oyes. ¿Cómo vives ahí tu relación?, date cuenta del cambio que se ha producido en ti. Vive ese momento el tiempo que desees. Después, con un paso hacia atrás, vuelve a tu presente y agradece la información recibida en el proceso.

Y para finalizar, te animo a que sigas apostando por ti. Tú eres la persona con la que pasarás el resto de tu vida. Localiza tus puntos ciegos y dales luz.   

Por Eulalia Sánchez Cánovas profesora didacta de la AEPNL en Qüestions Vitals.